Desde hace algunos años la población ha puesto a la corrupción como uno de los principales problemas del país, solo superado por la inseguridad ciudadana. Pues, poco a poco la sociedad está dejando de aceptar la corrupción como algo “normal” y empieza a percibirla como lo que es: Un problema. A este hecho, Gonzalo Portocarrero lo llama “El impulso moralizador”, que se evidenció “en la baja intención de voto de candidatos que arrastran múltiples indicios de actividades e ingresos ilícitos. Es el caso de los ex presidentes Alan García y Alejandro Toledo”. Si bien es cierto no hay una sola prueba que vincule a Alan García con hechos de corrupción, la propaganda de desprestigio ha sido tan fuerte que la ciudadanía lo ha ligado, a él y al partido, con actos de corrupción. 

Veamos: el Apra es percibido como la organización política más corrupta del país con 41.4 % según un estudio de CPI, y a Alan García se le considera el político más corrupto, superando incluso en percepción a Alberto Fujimori.

Todos sabemos que la percepción no es la realidad, pero en política y más, como dicen los expertos del NDI, “en términos de imagen pública no cuenta la realidad, sino la percepción de la realidad”.

Debemos entender esto, pues puede ser una de las razones de nuestro fracaso electoral y de posibles fracasos futuros, por tanto, debemos actuar en nuestra imagen que proyectamos a la sociedad si queremos comunicarnos otra vez con ella. Siguiendo a los de NDI “Solo entonces estaremos en camino de iniciar el proceso de convertirnos en comunicadores, porque nos habremos colocado en la perspectiva de quien nos ve de afuera, que es precisamente a quien queremos acercarnos”

Pueden haber muchas causas de esta percepción de la ciudadanía. Hay mucho ataque contra nosotros y diarios que sacaban portadas enteras en contra del Apra, pero también hay militantes por los que debemos responder aún así no hayan tenido nada que ver con nuestro gobierno. Lamentablemente han aparecido varios casos de militantes y dirigentes cuestionados por algún delito. Desde Oropeza hasta Gil Palacios, pasando por Chinguel y otros, son varios por los que el Apra tiene que responder.

Ahora que el Apra está entrando en un proceso de renovación deberíamos coger este punto como uno de los fundamentales. Es necesario iniciar acciones dentro del partido para que nos limpiemos de gente indeseable. Se tomó la decisión de dar de baja los padrones e iniciar un nuevo proceso de inscripción con el apoyo de RENIEC (Esperamos que esta vez sea verdad y no como la mecida del año pasado y que se haga antes de cualquier elección). Es una buena medida, pero no es suficiente. Necesitamos hacer algo más.

Fernando Vivas sugirió crear una comisión de notables, integrada por propios y externos (abogados, ex policías, fiscales, etc,) para investigar a los militantes y casos de corrupción para que de una vez por todas nos liberemos de esa lacra que mancha el partido de Haya de la Torre. Es una decisión difícil y seguramente incómoda para algunos, pero es necesaria. ¡Qué nos investiguen a todos! Miles de apristas limpios y honrados, que son la mayoría, no tenemos por qué cargar con los delitos de unos cuantos, no tenemos por qué ser manchados por culpa de gente indeseable.

Es necesario que los apristas hagamos esto, o no revivimos de nuestras cenizas, pues “O el Apra misma ayuda a las autoridades a limpiarla de las mafias… o el país formal buscará deshacerse de su mayor tienda política”. Esto no sólo es una cuestión de reputación, sino de sobrevivencia. Necesitamos de gente limpia para seguir construyendo la novela del aprismo. El Apra, tiene que seguir la línea de Haya de la Torre y maldecir a aquellos que hacen de la política vil negocio culpable y sancionarlo dos veces. Si queremos más juventud que asegure el futuro del Apra debemos pensar en esto, pues según los estudios, el impulso moralizador se da principalmente en los sectores juveniles.

Sobre estos temas le pregunté a Omar Quesada (Sec. General Institucional del Apra) y no contestó sobre el fondo del asunto. Tampoco lo hizo Jorge del Castillo (Sec. General Político del Apra). Pues bien, ahora llegó el momento de hablar seriamente sobre nuestra imagen.