En el Perú, la lucha ambiental se ha desempeñado principalmente en la lucha contra los proyectos mineros formales. Se han creado bandos opuestos y contrarios que parecen irreconciliables entre sí: mina vs. agua; mina vs. agricultura; inversión privada vs. desarrollo sostenible, etc. Pero, en realidad, no son ni opuestos ni contrarios ni irreconciliables. 

Pierre Gutierrez Medina, premio nacional ecoeficiencia empresarial 2013 y uno de los jóvenes más destacados a nivel nacional e internacional sobre la lucha por el medio ambiente, sostiene que esos supuestos bandos opuestos carecen de fundamento técnico y práctico. La lucha contra el calentamiento global a nivel internacional reconoce a la inversión privada como colaboradora en esta causa, argumentado que existe la tecnología suficiente para evitar la contaminación ambiental. Es más, Pierre, nos habla, por ejemplo, de cómo las concesiones forestales a privados pueden ayudar mucho en esta tarea y es algo que Chile ya lo viene haciendo hace mucho tiempo y el Perú, que tiene mucho más potencial, por su privilegiada geografía, está rezagado.

Lo que pasa en el Perú es que, lamentablemente, el tema verde está secuestrado por una izquierda arcaica anti inversión. El movimiento ambiental en el Perú está impulsado por un marxismo congelado en el tiempo que aprovecha el tema medio ambiental para, en el fondo, ser anti capital. Inclusive, Hernando de Soto, en las últimas semanas, ha demostrado que existen personas que han sido ex terroristas dirigiendo y azuzando algunas marchas contra los proyectos mineros.

Lamentablemente la lucha secuestrada por el medio ambiente dificulta el verdadero debate sobre políticas públicas y empresariales que nos permitan afrontar verdaderamente este tema, ya que al final, las propuestas se vuelven en un infructuoso debate ideológico. Y gente como Marco Arana, Gregorio Santos, etc, opacan figuras que de verdad pueden aportar mucho más a nuestra hermana madre tierra como Pierre Gutierrez y tantos otros.

Aparte de ello, también vemos como el estado es ineficiente en esto. Querer que sólo la administración pública sea la encargada del cuidado del medio ambiente es ser miope. Los privados son unos aliados importantes en esto.

Los verdaderos ambientalistas critican el modelo económico actual por sus prioridades y valores, además de ver a la tierra como un objeto, pero reconocen el valor de la inversión privada. Esto es lo mismo que dice el papa Francisco ahora.